Hoy en día, la infraestructura tecnológica es fundamental para que las empresas puedan funcionar y realizar sus tareas cotidianas. A la hora de enfocar este tipo de infraestructura las empresas pueden optar por un modelo on premise, asumiendo todo el coste y responsabilidad de los equipos y aplicaciones, o elegir por un modelo SaaS, donde la responsabilidad y el mantenimiento de toda la infraestructura se externaliza a través de un proveedor cloud.
Conocer los modelos SaaS - On premise es importante para saber cuál es el más apropiado para cada empresa.
En un modelo on premise las infraestructuras informáticas y tecnológicas son propiedad de la empresa. Se trata de la forma tradicional de implantación de software en las empresas, donde se adquieren unos servidores y se instala el software necesario en los mismos.
En este modelo la empresa asume una inversión en licencias de software y en equipos hardware, y asume la responsabilidad y los costes de su mantenimiento y actualización
El modelo tradicional on premise ha sido utilizado por la mayoría de empresas y aporta algunas ventajas como:
El modelo on premise cada vez es menos utilizado, siendo sustituido por alternativas cloud para gestionar la infraestructura de la empresa. Los inconvenientes que presenta este modelo son:
El modelo software como servicio o SaaS (software as a service) las empresas contratan sus programas a un proveedor cloud que les da acceso a ellos a través de internet utilizando para ello cualquier navegador web.
En este modelo la empresa no necesita disponer de servidores ni adquirir licencias de software, ya que solo debe abonar la cuota mensual del servicio para acceder a sus programas, dejando el resto en manos del proveedor SaaS.
Cada vez son más las empresas que apuestan por el cloud computing y eligen el modelo SaaS debido a sus múltiples beneficios.
A la hora de elegir un modelo de infraestructura para una empresa elegir entre el modelo SaaS y el modelo on premise es una decisión importante. La realidad indica que la mayoría de empresas actuales apuestan por una solución en la nube por las numerosas ventajas que les aporta.
Cuando una empresa quiere tener un control total sobre sus datos y sistemas, o requiere un alto grado de personalización para poder hacer frente a necesidades concretas de su negocio, el modelo on premise es la mejor alternativa, aunque esto implique mayor inversión y asumir gastos de mantenimiento y actualización.
Para aquellas empresas que cuentan con un departamento de TI también puede ser interesante este modelo tradicional, pues cuentan con el personal cualificado para poder gestionar la infraestructura de forma eficiente y sacarle el máximo partido.
Para la mayoría de empresas el modelo SaaS es la mejor alternativa a día de hoy porque evitan responsabilidades en cuanto a mantenimiento, configuración y actualización de la infraestructura, no tienen que realizar inversiones en software y hardware, y pueden adaptar las condiciones de servicio en cualquier momento según sus necesidades.
La seguridad es una de las mayores preocupaciones en la actualidad para las empresas por lo que apostar por servicios SaaS es una garantía en este aspecto al garantizar el propio proveedor un alto nivel de protección.
Hemos visto la diferencia entre los modelos SaaS y on premise, valorando en qué casos es más adecuado uno u otro según los objetivos y necesidades de cada empresa. También existe la posibilidad de apostar por un modelo híbrido, donde las aplicaciones y sistemas son contratados en un modelo SaaS y algunos datos y procesos de extrema importancia o que manejan información sensible, se ejecutan en servidores propios del negocio para garantizar el máximo nivel de privacidad
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