La industria farmacéutica necesita procesos de validación cada vez más eficientes. Es aquí donde la digitalización se revela como un poderoso apoyo a la hora de ahorrar recursos tan valiosos como el tiempo o el dinero. Consecuentemente, el número de laboratorios farmacéuticos que refuerzan su apuesta tecnológica crece sin parar.
Conscientes del gran desafío que tiene por delante, la industria farmacéutica se está dando cuenta de todo lo que la automatización de los procesos de validación puede hacer por ella. En particular, esta supone un mejor aprovechamiento de los medios disponibles, lo que redunda en un notable aumento de su competitividad y eficiencia empresarial. Esta tendencia 4.0 resulta aún más evidente tras la crisis desatada por el COVID-19.
Todos sabemos que las empresas farmacéuticas se desenvuelven en un entorno extremadamente exigente. No en vano, el desarrollo de medicamentos está sujeto a elevados estándares de calidad y seguridad que solo pueden garantizarse con los más rigurosos procesos de validación.
Que los procesos de validación estén a la altura de las circunstancias requiere de un elevado consumo de recursos (humanos, materiales, económicos…). Sobra decir que incurrir en errores, retrasos o infracciones normativas sale muy caro en un sector tan competitivo como el farmacéutico.
Lejos de ser una mera afirmación abstracta, lo cierto es que la validación digital proporciona beneficios específicos a las empresas farmacéuticas. Así, además de aumentar la calidad y seguridad de los productos farmacéuticos, es clave para economizar una serie de recursos:
La optimización de recursos que deviene con la digitalización de procesos redunda en evidentes ganancias para las empresas farmacéuticas. De hecho, es vital para aumentar su productividad y la satisfacción de sus clientes, siendo vistas por estos como más innovadoras, seguras, transparentes y sostenibles.
Automatizar implica mecanizar la parte más repetitiva de la validación. Ciertamente, realizar este tipo de tareas de forma exclusivamente manual nos aboca a frecuentes (y caros) errores. Ello es así incluso cuando realizamos grandes esfuerzos por capacitar a nuestra plantilla.
La automatización es sinónimo de ausencia de errores (a diferencia de lo que sucede cuando validamos manualmente). Es más, las soluciones tecnológicas permiten alcanzar cuotas de agilidad y eficacia imposibles de replicar de otro modo.
Al ser liberados de la parte más tediosa de su trabajo, los trabajadores se vuelven más productivos, lo que facilita el seguimiento y la trazabilidad de los procesos. Es esa perfecta sinergia entre tecnología y seres humanos la que permite aprovechar de manera óptima recursos tan valiosos como el tiempo y el dinero.
Flexibilidad, conciliación, reducción del absentismo, ahorro económico... Los tiempos del confinamiento pusieron sobre la mesa las ventajas del teletrabajo. ¿Por qué no seguir beneficiándonos de ellas una vez finalizada la pandemia?
Cuando se trata de economizar recursos, los medios digitales ganan por goleada a las vías de contacto tradicionales. Al fin y al cabo, es mucho más rápido y barato enviar un e-mail que mandar una carta postal, ¿no crees?
La industria farmacéutica está fuertemente globalizada, así que resulta necesario mantener colaboraciones que trasciendan las barreras geográficas. Es evidente que solo la digitalización puede satisfacer tales necesidades.
Las aplicaciones que presenta la colaboración online a la hora de ahorrar recursos saltan a la vista. Por ejemplo, permite compartir información en tiempo real, coordinar acciones, resolver dudas o incidencias y acelerar la toma de decisiones.
La información que se maneja en los procesos de validación farmacéutica es particularmente sensible. A ello se suma la necesidad constante de actualización y de cumplir la estricta normativa en materia de protección de datos. Armonizar todas estas exigencias solo es factible cuando nos decantamos por digitalizar los procesos. Es fácil imaginar el tiempo y esfuerzo que esto ahorrará a la hora de localizar, gestionar y auditar dicha información.
Digitalizar el proceso de validación farmacéutica implica acceder a la información actualizada en tiempo real desde cualquier dispositivo. Ello es posible gracias al almacenamiento de los datos en la nube.
No cabe duda de que el almacenamiento de datos on cloud ha revolucionado los procesos de validación de la industria farmacéutica. El hecho de que pueda acceder a ellos desde cualquier dispositivo o lugar agiliza y simplifica la consulta, modificación o actualización de dicha información. Por si fuera poco, su confidencialidad e integridad están más que garantizadas.
Que sea fácil acceder a los datos no significa que estos no estén seguros. Es más, su custodia en repositorios digitales sigue rigurosos protocolos de seguridad para que la información de tu empresa esté a salvo.
100 % confidencial y segura, la firma electrónica constituye el primer peldaño para digitalizar el proceso de validación. Implementar esta tecnología permite ahorrar tiempo y diversos costes (archivo documental, impresión, papel, etc.).
Las firmas electrónicas tienen plena validez legal, por lo que son perfectamente aplicables a un ámbito tan normativizado como el farmacéutico. Su eficacia y poder vinculante para clientes, proveedores y autoridades sanitarias está reconocido por el reglamento europeo eIDAS n.º 910/2014.
Uno de los aspectos más interesantes de la firma electrónica es su versatilidad. Verdaderamente, esta puede adaptarse a una industria tan demandante como la farmacéutica gracias a sus múltiples modalidades:
Digital Validation es un software rentable y escalable con el que puedes gestionar íntegramente el ciclo de validación, digitalizándolo y garantizando la excelencia en el manejo de los datos. Además, ha sido desarrollado conforme a la normativa 21 CFR- Part 11 para alcanzar los más altos estándares de la industria farmacéutica.
Esta aplicación online te acompaña durante todo el proceso de validación (desde la implementación inicial hasta el archivado de datos) permitiéndote exprimir todos los beneficios asociados con la automatización. ¿Sabías que su diseño aglutina las ideas más innovadoras de los expertos del sector?
Definitivamente, en un sector como el farmacéutico, la economización de recursos constituye una prioridad inaplazable. Alcanzar este objetivo pasa por implementar soluciones tecnológicas lo bastante potentes como para experimentar una optimización significativa. Es aquí donde Digital Validation brilla con luz propia. ¡Descubre ahora todo lo que puede hacer por ti!
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