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¿La Metodología Agile es válida para cualquier empresa?

Escrito por AMBIT TEAM | 11-oct-2018 16:10:13

Seguro que has escuchado hablar de la metodología Agile y posiblemente en algún momento has estado inmerso en su concepción o desarrollo. Pero para muchos trabajadores o directivos, la metodología Agile es algo que suena distante o, incluso, desconocido, como el Lean Management.

Para saber si la metodología Agile es válida para la empresa, debemos conocer los pormenores de la misma, su base y, por qué no, su sorprendente origen.

Qué es y de dónde viene la metodología Agile

Lo primero de todo es saber qué es esto de la metodología Agile. Se trata de un conjunto de métodos para el desarrollo de proyectos de cualquier tipo que precisan una rápida adaptación a los posibles cambios del sector y mucha flexibilidad. Esta metodología tiene la particularidad que el proyecto deja de estar considerado como un único paquete y se fragmenta en trozos más pequeños y manejables por menos personas.

De esta manera se optimiza el tiempo de trabajo de todo el equipo y permite a sus miembros especializarse en lo que mejor saben realizar. Además, si hay que hacer un cambio, éste sólo se lleva a cabo en la parte afectada y no en todo el proyecto. El manifiesto Agile surge en 2001 a partir de la reunión de directivos de diversas empresas y start-ups dedicadas, entre otros, al software, la banca, los videojuegos o internet.

Este manifiesto recoge los doce principios que los que se basa el desarrollo ágil:

  • La principal prioridad es satisfacer al cliente a través de la entrega temprana y continua de software que aporte valor
  • Aceptamos, de buen grado, cambios en los requisitos, incluso si llegan tarde al desarrollo. Los procesos ágiles aprovechan el cambio para la ventaja competitiva del cliente
  • Entregar con frecuencia software que funcione, desde un par de semanas hasta un par de meses, con preferencia a la escala de tiempo más corta.
    La gente de negocio y los desarrolladores deben trabajar juntos de forma cotidiana durante todo el proyecto.
  • Construir proyectos en torno a individuos motivados. Darles el entorno y el apoyo que necesitan y confiar en que ellos conseguirán hacer el trabajo.
  • El método más eficiente y efectivo de comunicar información y, a dentro de un equipo de desarrollo, es la conversación cara a cara.
  • El software que funciona es la principal medida de progreso.
  • Los procesos ágiles promueven el desarrollo sostenido. Los promotores, desarrolladores y usuarios deben ser capaces de mantener un ritmo constante de forma indefinida.
  • La atención continua a la excelencia técnica y al buen diseño mejora la agilidad.
  • La simplicidad, el arte de maximizar la cantidad de trabajo que no se hace, es esencial.
  • Las mejores arquitecturas, requisitos y diseños emergen de equipos autoorganizados.
  • En intervalos regulares, el equipo reflexiona en cómo ser más efectivo, se afina y ajusta su comportamiento de acuerdo con esto.

Los grupos ‘scrum’

La metodología se basa no sólo en la fragmentación de los proyectos para optimizar su realización, sino también la creación de grupos de trabajo multidisciplinares que seguían patrones de ejecución de los proyectos muy similares.

De esta manera, los equipos no sólo trabajan una parte del proyecto sino de que lo hacen aportando sus propias visiones y puntos de vista, aumentando la productividad.

Antes de la existencia y popularización de la metodología Agile, una empresa que desarrollaba un sistema operativo -por ejemplo-, no podía ponerlo en distribución hasta que este no estaba totalmente acabado. Si, tras el lanzamiento, este sistema operativo presentaba problemas, había que o bien lanzar parches concretos para esos problemas, o bien volver a lanzar una versión completa.

Con la metodología Agile, el proyecto está fragmentado y, si es necesario, se puede llevar a cabo una prueba en una parte concreta del sistema operativo. De esa manera, en caso de detectar un problema en una parte concreta, simplemente hay que reparar esa parte y no el todo.

Esta metodología, aplicada al ejemplo del software, permite un menor índice de problemas, mayor velocidad de reacción ante su posible aparición y la consecuente reducción de gastos.

Entonces, la metodología Agile ¿es válida para mi empresa?

Si, tras lo que has leído hasta ahora, crees que la metodología Agile sólo es válida para grandes empresas de software o bancos, estás muy equivocado. Esta metodología es aplicable en cualquier proyecto en una gran empresa, en una pequeña start-up de menos de 5 trabajadores o incluso por un autónomo.

Cualquier proyecto empresarial que se mueva dentro de internet, necesita encontrar el MVP (Minimum Viable Product), o lo que es lo mismo descomponer la idea en piezas hasta llegar a un producto que pueda llegar al mercado y, a partir de ahí, enriquecerlo con lo que proponen los clientes y las ideas de los empleados.

Debes tener en cuenta que no existe una única metodología, sino diferentes. Una que puede adaptarse a una startup sería la que combine un equipo scrum y sistemas Kanban de gestión del trabajo, como las herramientas Trello o Jira, que fácilmente podemos encontrar en internet.

Se trata, en definitiva, de ser capaces de crear unos nuevos flujos de trabajo que permitan optimizar el trabajo en bloques para mejorar su rendimiento y tiempos de creación. Implementar en nuestra empresa herramientas como Trello, gratuita, o Jira, más especializada, así como no tener miedo a los cambios e innovaciones que acompañan al método Agile.