Los avances tecnológicos están cambiando todos los aspectos de la sociedad, mejorando y acelerando procesos con el objetivo de mejorar la calidad de vida de las personas.
El sector de la salud no es ajeno a estos cambios y son muchas las innovaciones tecnológicas que permiten disponer de servicios, herramientas y medicamentos cada vez más útiles y eficientes.
Una de las tendencias actuales es mHealth o salud móvil, donde los Smartphones se convierten en herramientas y canales útiles para la medicina con el uso de apps específicas. Las apps se han convertido en el motor de innovación en salud aportando muchos beneficios al sector que afectan directamente al paciente, consiguiendo una mejor atención sanitaria y la aplicación de tratamientos y seguimiento personalizado.
Se conoce como salud asistida por el móvil o mHealth (mobile health) al uso de dispositivos móviles en la práctica de servicios médicos y sanitarios. Estos dispositivos móviles pueden ser tablets, Smartphone y otros aparatos portátiles para el seguimiento de pacientes. La propia Organización Mundial de la Salud define de esta forma de uso de los dispositivos móviles en la medicina y prácticas sanitarias.
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) reconoce la utilidad de mHealth y sus beneficios para la salud pública. Por ello se actualizó en 2019 la política para informar a los desarrolladores de apps para el sector sanitario con las medidas reguladoras a tener en cuenta.
La evolución de los teléfonos inteligentes o Smartphone posibilita que puedan convertirse fácilmente con un accesorio y una app en herramientas médicas como glucómetro, tensiómetro o un secuenciador de ADN.
La salud móvil es cada vez más popular debido a los múltiples beneficios que aporta, tanto a los pacientes, como a los profesionales del sector médico.
Las principales ventajas que aporta mHealth para el cuidado de la salud son:
Con mHealth se produce un cambio sustancial en la relación paciente-médico. El paciente se convierte en un agente activo que participa en el proceso de diagnóstico y de tratamiento de enfermedades gracias al uso de apps específicas.
El médico o profesional sanitario pueden monitorizar de forma remota al paciente gracias a estos dispositivos y poder adelantarse a predecir posibles problemas de forma precoz, tomando las medidas necesarias con el tiempo suficiente. Por ejemplo, es posible consultar con otro cirujano una operación, mostrándole a través del móvil las imágenes en tiempo real de la misma (este sistema ya se utiliza en muchos hospitales).
La salud móvil aporta una mejor calidad asistencial donde los médicos y pacientes cuentan con herramientas sofisticadas para la comunicación y la monitorización. El sistema sanitario también se ve beneficiado al reducirse el número de consultas y hospitalizaciones innecesarias (por ejemplo, al ejercer un mayor y mejor control sobre los pacientes con enfermedades crónicas).
Uno de los aspectos más interesantes de mHealth es la posibilidad de lograr una cobertura de la sanidad a nivel global. Con la salud móvil se puede llegar a zonas poco accesibles o remotas donde los servicios de salud son precarios o incluso inexistentes, dotándolas de infraestructuras para acceso a tecnologías móviles de bajo coste de instalación.
Para países en estado de desarrollo y población de escasos recursos económicos, mHealth es una solución para poder ofrecer una asistencia sanitaria y médica, con diagnósticos y seguimiento de pacientes a distancia.
Las apps mHealth destinadas a mejorar los hábitos de salud son herramientas que permiten a las personas motivarse y cambiar costumbres y hábitos para adquirir rutinas más saludables. Por ejemplo, con el uso de alertas o de estrategias de gamificación (propias de videojuegos) se puede motivar y fijar mejores hábitos en las personas en temas relacionados con la salud (alimentación o ejercicio físico, entre otros).
Con mHealth se hace una apuesta por la prevención con apps de autocuidado que promueven comportamientos saludables que reducen el riesgo de padecer enfermedades.
Con apps para la salud los profesionales de la medicina disponen de un canal para compartir información entre ellos, pudiendo realizarlo desde cualquier lugar y en cualquier momento. Esta nueva forma de comunicación afecta de forma positiva a los diagnósticos, a los tratamientos, y en general a todos los aspectos relacionados con la medicina.
Una de las principales ventajas de mHealth es la posibilidad de usar los teléfonos móviles como herramientas para monitorizar a los pacientes. Hoy en día todas las personas llevan consigo un Smartphone, pues se ha convertido en herramienta indispensable para poder realizar muchas de las tareas que se realizan en el día a día.
Por eso se han convertido en el dispositivo ideal para poder monitorizar distintos aspectos de la salud del paciente, pudiendo activar alertas en caso de que alguno de estos parámetros físicos alcance cifras peligrosas o que necesiten atención inmediata.
Recopilación de datos
Con el uso de dispositivos móviles para la salud se recopila una cantidad inmensa de información. La gestión y análisis de esta información haciendo uso de nuevas tecnologías como el big data y la inteligencia artificial permite establecer mejores estrategias sanitarias, conocer mejor enfermedades y medicamentos (síntomas, efectos secundarios, y otros datos), y mejorar en tratamientos personalizados para cada paciente.
La gestión de mHealth es un reto para la industria sanitaria que debe adaptar sus sistemas y procesos al uso de estas nuevas herramientas.
La estricta regulación a la que se ve sometido este sector (al trabajar con datos sensibles de los pacientes y con medicamentos) es otro desafío para poder sacar el máximo partido a la salud móvil, sin incumplir con las legislaciones y normativas vigentes.
En la actualidad existen una amplia variedad de apps de mHealth como se puede apreciar en la web myhealthapps.net. La mayoría de estas apps funcionan de forma aislada, por lo que uno de los mayores retos de la medicina es la integración del mHealth en los servicios de salud existentes, permitiendo compartir la información de las apps de salud médica para conseguir una mayor eficiencia y celeridad.
Otro reto que debe superar mHealth es el relacionado con la seguridad de los datos, pues se manejan datos sensibles que deben ser protegidos para poder garantizar la privacidad de los pacientes.
La salud móvil cada vez es más relevante y tiene mayores aplicaciones. Los profesionales de la sanidad empiezan a utilizar las apps mHealth de forma habitual para poder controlar a sus pacientes, optimizar sus tratamientos médicos y para conseguir y compartir información relevante.
Un aspecto muy interesante de mHealth es la posibilidad de dar asistencia sanitaria a zonas que carecen de ella, y poder prestar servicios médicos especializados en ubicaciones donde se carezca de especialistas en algún área de la medicina.
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