1 de febrero, 2022
5 minutos
¿Qué es la gestión de vulnerabilidades? Definición y proceso
Las empresas dependen cada vez más de sus sistemas informáticos y tecnológicos para poder realizar sus procesos y tareas de negocio. La infraestructura IT cada vez es más compleja, multiplicándose las amenazas y riesgos de seguridad, y haciendo que el trabajo del departamento TI para garantizar y proteger la infraestructura requiera más tiempo, recursos y esfuerzo.
La gestión de vulnerabilidades IT es un proceso que ayuda a mitigar las debilidades de las aplicaciones y la red para crear un entorno más seguro y disminuir las incidencias de seguridad que sufre una organización.
Qué es la gestión de vulnerabilidades IT
La gestión de vulnerabilidades es un proceso continuo de IT que se encarga de identificar, evaluar, tratar e informar sobre las vulnerabilidades de seguridad en los sistemas y el software que se ejecuta en ellos. La gestión de vulnerabilidades, junto con otras tácticas de seguridad, es vital para que las empresas prioricen las posibles amenazas y minimicen su impacto.
En un proceso de gestión de vulnerabilidades no solo se evalúan los riesgos y amenazas de seguridad, sino que se categorizan los activos IT de la empresa y se clasifican las vulnerabilidades según su nivel de amenaza.
Por qué es necesaria la gestión de vulnerabilidades
La gestión de vulnerabilidades es un proceso muy importante que deben implementar las empresas para reducir los riesgos y amenazas sobre sus sistemas. Las principales ventajas que obtiene una empresa reduciendo las vulnerabilidades son:
- Es un proceso continuo que protege toda la superficie de ataque de una empresa.
- Ofrecen una imagen global y real de los puntos débiles de la infraestructura IT que pueden ser utilizados por terceros con intenciones maliciosas.
- Las herramientas para gestionar vulnerabilidades trabajan en la nube de forma mayoritaria, siendo sencillas de implementar y ofreciendo un buen nivel de escalabilidad (ampliables en caso de necesidad).
- Este tipo de soluciones tienen un coste inicial de implementación reducido y los gastos que generan son bajos.
- Las herramientas para gestionar vulnerabilidades son proactivas, monitorizando y escaneando en tiempo real para reducir los riesgos de exposición.
Cómo realizar una gestión de vulnerabilidades IT
El proceso de gestión de vulnerabilidades es proactivo y cíclico, ya que requiere de una monitorización y corrección continua para garantizar la protección de los recursos IT de una organización.
Las fases de una gestión de vulnerabilidades son:
Identificar recursos IT: El primer paso para una correcta gestión de vulnerabilidades es identificar cada uno de los recursos IT que forman la infraestructura, como componentes hardware, aplicaciones y licencias de software, bases de datos, cortafuegos, etc.
Recoger información: La identificación de vulnerabilidades es un paso esencial en este proceso porque consiste en detectar y exponer todas las vulnerabilidades que pueden existir en la infraestructura IT ya identificada.
Este proceso se realiza con un escaneo o análisis de vulnerabilidades bajo una visión externa y externa, para garantizar unos resultados los más reales y precisos posibles.
Analizar y evaluar: Con las vulnerabilidades existentes ya identificadas se debe abordar un proceso de análisis y evaluación de los riesgos y amenazas de las mismas, para poder clasificarlas y priorizarlas según distintos niveles.
En el proceso de priorización de vulnerabilidades se debe tener en cuenta el riesgo de amenaza a nivel tecnológico, pero también en cuanto a impacto en los procesos y tareas de la empresa.
Se suele utilizar un sistema de puntuación de vulnerabilidades para su priorización, aunque muchas veces este tipo de puntuaciones no son el único factor para priorizar una vulnerabilidad.
Tratar y corregir: En esta fase se aplican las medidas necesarias para corregir las vulnerabilidades y para mitigar su impacto en caso de que sucedan. La aplicación de parches de seguridad y de corrección de vulnerabilidades, la eliminación de procesos y tareas que comprometen la seguridad o la adopción de nuevas políticas de seguridad, son acciones para tratar y corregir las vulnerabilidades detectadas en la empresa.
Como norma general, para eliminar vulnerabilidades se utilizan tres tipos de acciones::
- Corrección. Es la opción preferible si puede ser llevada a cabo, y consiste en aplicar un parche o actualización para eliminar por completo la vulnerabilidad y que no pueda ser explotada.
- Mitigación. Si no puede aplicarse la corrección de una vulnerabilidad debe optarse por mitigar su impacto en el negocio, Para ello hay que aplicar la acción más efectiva para reducir la posibilidad de que sea explotada. Se trata de una medida temporal para ganar tiempo y poder encontrar una solución definitiva que la corrija.
- Aceptación. Cuando una vulnerabilidad es de bajo riesgo o su coste para eliminarla es mayor que el daño que ocasionaría en caso de ser explotada, se opta por no tomar medidas correctoras para corregirla.
Tras aplicar las medidas de corrección o de mitigación para solucionar o reducir el impacto de las vulnerabilidades, es necesario volver a realizar otro análisis de vulnerabilidades para garantizar que la solución tiene el efecto deseado y elimina la brecha de seguridad que ocasionaba.
Medir e informar: Tras corregir las vulnerabilidades se debe informar y registrar todo lo implementado para facilitar mejoras futuras y poner el conocimiento a disposición de la empresa. En este proceso se utilizan herramientas visuales que trabajan con métricas y KPI para monitorizar continuamente el proceso y mejorar la velocidad y precisión de la detección y tratamiento de vulnerabilidades.
La gestión de vulnerabilidades no acaba en esta última fase, ya que se trata de un proceso continuo que debe estar en constante funcionamiento para poder detectar nuevas vulnerabilidades y aplicar acciones para eliminarlas o mitigarlas, garantizando así un alto nivel de protección a los sistemas y datos del negocio.
Consejos para aplicar una buena gestión de vulnerabilidades
A continuación, ofrecemos algunos consejos para mejorar la gestión de vulnerabilidades de la infraestructura IT de una empresa.
- Es habitual que las vulnerabilidades se asocian solo a sistemas tecnológicos. Las decisiones y acciones que realizan los empleados de la empresa tienen que desempeñar un papel fundamental en un proceso de gestión de vulnerabilidades, pues los errores humanos son una de las mayores brechas de seguridad de un sistema informático y tecnológico.
- Para poder gestionar los riesgos y amenazas de forma eficiente, la automatización debe ser una prioridad en el proceso de gestión de vulnerabilidades.
- La gestión de vulnerabilidades es un proceso continuo por lo que siempre se debe estar monitorizando y evaluando nuevas vulnerabilidades para garantizar un alto nivel de protección. Cada día se descubren nuevas vulnerabilidades que necesitan de un sistema proactivo que reaccione en tiempo real para detectarlas y corregirlas.
- La gestión de vulnerabilidades es un proceso complejo y laborioso que muchas veces no puede ser asumido de forma eficiente por el departamento TI de la empresa. En estos casos la mejor solución es externalizar la gestión de vulnerabilidades con una empresa especializada en ciberseguridad.
Este proceso continuo establece controles y medidas de protección en tiempo real sin que afecten a la actividad habitual de la empresa.
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