Design Thinking en Producto Sanitario ¿Qué es idear, prototipar y testar?
El diseño de un producto o dispositivo, incluidos aquellos que son productos sanitarios deben tener en cuenta la experiencia de los usuarios y pacientes, así como la usabilidad.
Durante este artículo nos centraremos en explicar Design Thinking, una metodología de desarrollo de productos, que se puede aplicar a los productos sanitarios y productos sanitarios de diagnóstico in vitro para ayudar a desarrollar productos que tengan en cuenta la empatía con los usuarios, así como reducir los costes asociados al desarrollo de los mismos.
En el mercado actual el foco se centra en los pacientes, por lo que es necesario mejorar su experiencia en la interacción, por ejemplo, con los productos sanitarios. De esta manera se consigue evitar el rechazo inicial que sienten ante estos equipos, bien por causa de ansiedad o miedo.
Así mismo, los fabricantes tienen la obligación de llevar a cabo estudios de usabilidad, donde la información de los pacientes y usuarios es muy valiosa para diseñar los productos sanitarios en los que se evite el error humano, cuando son utilizados de acuerdo a su finalidad prevista. Los estándares IEC 62366, o las guías de la FDA sobre Human Factors and Usability son referencias de buenas prácticas en el sector.
Por otra parte, Design Thinking es una metodología muy interesante que tiene como objetivo satisfacer las necesidades de los usuarios con soluciones diferentes y creativas.
Qué es Design Thinking
El design thinking o pensamiento de diseño es una forma de trabajar donde se analiza un problema de forma creativa, como lo haría un diseñador, para encontrar nuevas formas de resolverlo. La innovación y la creatividad estaba asociada a ciertos sectores empresariales, pero hoy en día el pensamiento de diseño se aplica en todos los ámbitos de negocio persiguiendo un elemento diferenciador que aporte mayor solidez y competitividad a la empresa.
En el diseño de productos sanitarios el design thinking permite abordar formas novedosas y creativas de desarrollar soluciones para que los pacientes puedan utilizarlos de forma más cómoda y sencilla, sin que produzcan rechazo el tener que conectarse a una máquina o llevar un dispositivo encima.
Cuáles son las ventajas del Design Thinking
Aplicar la metodología design thinking a la hora de abordar el diseño de un producto aporta una serie de beneficios como:
- Mejora la experiencia del usuario al utilizar dispositivos y máquinas con finalidad médica. Lo que se busca es eliminar la barrera que puede causar el desconocimiento, la ansiedad o el miedo, siendo más sencillo que el paciente colabore en el uso de estos dispositivos que sean producto sanitario.
- Innovación: permite el diseño de dispositivos para, por ejemplo, la monitorización desde casa de determinadas enfermedades, ayudando a que los pacientes eviten desplazamientos innecesarios a su centro de salud, o ayudando a la mejor comunicación entre el médico y los pacientes.
Añadir que estos dispositivos no necesariamente son productos sanitarios. Es necesario llevar a cabo un estudio de los productos diseñados para conocer si se pueden cualificar como producto sanitario, o, por el contrario, son un dispositivo que queda fuera de la regulación aplicable. Esa clasificación es el primer paso que las organizaciones que diseñan aplicaciones que se usarán en el sistema de salud tienen que llevar a cabo.
Ejemplos de DesignThinking
El design thinking lleva tiempo aplicándose en el sector de la salud, tanto en el sector farmacéutico, como de producto sanitario para construir dispositivos y máquinas. Este tipo de diseños lo tenemos, por ejemplo, en:
1. Aplicación en el desarrollo de productos sanitarios como en equipos de resonancia magnética:
La Universidad de Pittsburg, también en Estados Unidos, llevó a cabo las pruebas de un equipo de resonancia modificado para adaptarse a los pacientes más jóvenes, o pediátricos, convirtiendo la prueba es una experiencia más agradable, a través del juego.
El hecho de estar encerrados en un espacio reducido durante la prueba de resonancia genera miedo a muchos de los pacientes, así que se buscó crear una aventura, mediante el diseño, dibujos de nave espacial de barco, que aumentó la satisfacción de los niños. De esta manera se logró sustituir el miedo de los pacientes pediátricos, por la curiosidad ante estos diseños originales y creativos en equipos de resonancia magnética.
Cuáles son las fases de Design Thinking
El design thinking es una metodología que se aplica de forma sencilla. Se siguen cinco pasos, donde los dos primeros consisten en empatizar con los usuarios y su relación con los dispositivos, incluidos los que sean producto sanitario, que utilizan, realizando un estudio para poder ponerse en el lugar del paciente. En la segunda fase se define el problema que se quiere solucionar y que queda expuesto tras la primera fase.
Tras las dos primeras etapas del proceso de design thinking hay que comenzar el proceso creativo e innovador de esta metodología en busca de soluciones al problema:
Idear
En esta fase del pensamiento de diseño la aportación de ideas innovadoras y creativas es la clave. No se limita el tipo de ideas que surjan en este proceso porque muchas veces de un planteamiento radical o poco ortodoxo se consiguen resolver problemas complejos.
En la fase de idear el design thinking actúa como lo haría un creativo en el proceso de diseño, a partir de un brainstorming o lluvia de ideas que se irán filtrando hasta encontrar la mejor solución para resolver el problema relacionado con el dispositivo.
Prototipar
Una vez se disponga de la solución innovadora para el problema se debe realizar un diseño con un prototipo físico o digital del dispositivo. La idea es realizar versiones reducidas y poco costosas para poder probarlas en la siguiente fase.
Testear o probar
La fase final del design thinking se produce cuando se prueba la eficacia y el funcionamiento del nuevo diseño del dispositivo. Los prototipos médicos o farmacéuticos deben ser probados por pacientes para poder obtener la retroalimentación necesaria que permita medir el grado de éxito de la solución y poder aplicar medidas correctoras en caso de no obtener los resultados deseados.
La opinión del usuario es fundamental para establecer el éxito de la solución, demostrando la importancia y el protagonismo que tiene en el desarrollo del producto. Con el design thinking se buscan soluciones novedosas para proporcionar una mejor experiencia al paciente, poniéndose en su lugar, y finalmente, analizando su opinión sobre la nueva solución desarrollada.
El design thinking es una metodología adecuada para poner a disposición de los pacientes nuevos productos sanitarios que pueden utilizar de forma más cómoda y sencilla para poder cuidar su salud. Esta metodología requiere del trabajo colaborativo, tener la mente abierta a todo tipo de ideas (por muy descabelladas que aparezcan) y la capacidad de ponerse en el lugar del paciente que va a utilizar los dispositivos que sean producto sanitario. Todas las ideas generadas durante este proceso de creación van a servir para enriquecer el resultado final obtenido en el diseño de los productos.
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